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La doble limpieza es una técnica esencial para mantener la piel saludable y radiante. Consiste en utilizar un limpiador a base de aceite seguido de un limpiador a base de agua, asegurando una limpieza profunda y completa.
Ayuda a la eliminación efectiva de impurezas, remueve maquillaje, protector solar y residuos de contaminación que un solo limpiador no podría eliminar completamente.
Previene brotes y puntos negros, reduce la acumulación de sebo y células muertas.
Mejora la absorción de productos pues con una piel completamente limpia, los productos de cuidado facial como sueros y cremas se absorben mejor y funcionan de manera más efectiva.
Utilizar un limpiador de aceite seguido de uno de agua ayuda a mantener el equilibrio natural de la piel, evitando la sequedad y la irritación.
Modo de uso:
Aplica el limpiador en aceite sobre el rostro seco, masajea, emulsiona un poco con agua y enjuaga. Luego, aplica el limpiador a base de agua sobre el rostro húmedo, masajea y retira bien.
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